SSD, ¿cuál es mejor? Guía de compra con los 12 mejores modelos de 2020

¿Has decidido comprar un disco SSD? Entonces, esta guía que hemos preparado con características, comparativas y las mejores opciones por rango de precio te ayudará a elegir el mejor SSD (tanto interno como externo) para tu dispositivo.
Un SSD puede hacer verdadera magia en tu ordenador si se trata de un equipo viejo que todavía funciona bajo el disco duro de toda la vida, es decir, un HDD. Pero también es una solución a tener en cuenta si buscas ampliar la memoria de tu dispositivo, así como también has de valorarla si necesitas un disco externo para almacenar tus archivos. Muchas situaciones, misma solución.
Elegir un SSD primero depende, por lo tanto, del uso que le vayas a dar: puede ser interno, en caso de que lo quieras utilizar para darle una nueva vida a tu ordenador (o simplemente para ampliar su capacidad de almacenamiento), y puede ser externo, véase por ejemplo para tener una copia de seguridad, para reproducir archivos en un televisor o para volcar archivos de un equipo a otro.
Desde que en los últimos años comenzaran a bajar de precio hasta situarse a niveles cercanos a los discos HDD, las unidades de almacenamiento sólido se han convertido en una opción repleta de ventajas: son más rápidos, tienen mayor fiabilidad y, por lo general, tienen una vida útil más larga. ¿Qué más se les puede pedir?
Índice de contenidos
- ¿Qué es un SSD?
- Por qué elegir un SSD antes que un HDD
- En qué debes fijarte para comprar el mejor disco duro SSD
- Las mejores alternativas de SSD interno en 2020
- Las mejores alternativas de SSD externo en 2020
Cuando necesitamos que nuestro PC vaya más rápido, hay veces que, de manera equivocada, creemos que necesitamos aumentar la memoria RAM. Si tenemos 4 GB, notaremos un aumento de la velocidad en ciertos procesos, pero lo mejor es optar por un SSD, ya que esa es la auténtica revolución.
SSD significa »unidad de estado sólido», o »Solid State Drive», y es uno de los componentes más importantes a la hora de hacer que el PC vaya mucho más rápido. Es la evolución del HDD, y su principal función es la de permitir abrir archivos a toda velocidad, así como iniciar el sistema operativo (y apagar el PC) mucho más rápido.
A lo largo de los próximos párrafos os contaremos todo lo que debéis saber sobre ellos, pero vamos a empezar por el principio explicando qué es y para qué sirve.
¿Qué es un SSD?
Ya hemos dicho que un SSD es una unidad de estado sólido, y en pocas palabras se trata de un componente del PC que sirve para almacenar datos, exactamente »igual» que un disco duro (pero no podemos llamarlo »disco duro» debido a que no hay un »disco» en su interior).
Un disco duro HDD cuenta con un gran plato y un cabezal. Estos elementos se mueven a toda velocidad para escribir y encontrar los datos que guardamos en nuestro PC. En estas unidades, las partes físicas desaparecen, ya que se sustituyen por elementos más parecidos a los módulos de memoria de una pastilla de memoria RAM.
Si estáis puestos en tecnología, sabréis que una memoria RAM es una memoria volátil. Esto significa que, cuando se corta la fuente de corriente, los datos se borran (por eso la RAM se vacía cuando apagamos el PC). Sin embargo, están basados en memoria NAND, una memoria no volátil que permite que los datos no se borren cuando se desconecta la alimentación.
No necesitan una pila para mantener sus datos cuando no tiene una fuente de corriente, y podemos tenerlo almacenado como disco duro externo sin preocuparnos de que sus datos vayan a desaparecer.
A continuación, os dejamos una comparativa entre un HDD (izquierda) y un SSD (derecha) para que veáis el número de componentes que tiene un sistema y otro:
Las ventajas frente a un HDD son evidentes. Al contar con una mayor velocidad de lectura y escritura, los archivos se abren y se cierran mucho más rápido (esto también vale para los juegos y las pantallas de carga). El sistema se abre y se cierra en segundos, la transferencia de archivos es más veloz y hay otra serie de ventajas no tan evidentes, pero sí importantes.
Por ejemplo, producen menos calor al no haber partes en movimiento, pesan menos (lo que es importante en portátiles), resisten mejor a los golpes y no producen ruido ni vibraciones (de nuevo, importante cuando hablamos de portátiles).
Además, si el límite de los discos duros HDD casi se ha alcanzado, a estos todavía les queda camino por delante, ya que cada vez inventan nuevas formas de apilar los datos y comunicarlos con la placa con nuevas vías de conexión (SATA, PCI, etc).

SSD y HDD no son incompatibles
A lo largo de las próximas líneas os daremos más información complementaria sobre estos componentes, pero no podemos pasar por alto que los SSD y los HDD no están »reñidos». Y es que, al principio eran prohibitivos debido a un precio desorbitado y a una capacidad muy, muy reducida.
Ahora se pueden encontrar modelos de 480 GB por menos de 50 euros, como este de Kingston, y aunque es tentador hacerse un PC con solo este tipo de almacenamiento, lo más lógico es contar con un portátil que sí esté basado en un almacenamiento vía SSD… y un sobremesa con una memoria de gran capacidad para el sistema operativo y las apps más usadas y un HDD de 1 o 2 TB para juegos o grandes cantidades de archivos que no usemos muy a menudo.
Por qué elegir un SSD antes que un HDD
Es el momento de ver con detalle por qué es mejor opción que un HDD, de largo, además. Y es que, la velocidad es un elemento fundamental a la hora de elegirlo por delante de un HDD, pero no es el único.
En 2011 puede que hubiera más detalles que nos echaran para atrás, pero ahora debería ser obligatorio en cualquier equipo, tanto portátil como sobremesa, ya que sus ventajas sobre un HDD son evidentes y numerosas.
Velocidad, el punto clave
Ya lo hemos dicho, el principal motivo para elegirlo en lugar de un HDD es que un SSD cuenta con una velocidad de lectura. Y escritura muy superior a la de un HDD.
Esto se traduce que, tanto para guardar datos como para leer esos datos, es más rápido. Hablamos de una velocidad de unos 500-550 MB/s frente a unos, como máximo, 150 MB/s de un HDD.
Para que nos entendamos, esto afecta al tiempo de apertura del sistema operativo, al tiempo que tarda en apagar el equipo, a la velocidad de apertura de las aplicaciones y a los tiempos de carga de juegos, además de a la velocidad de descarga con líneas de fibra óptica de velocidades elevadas.
Consumo energético
Otra de las ventajas de contar con un SSD en lugar de un HDD es que el consumo es menor. Al no contar con piezas mecánicas que deben moverse para escribir y leer los datos, es una ventaja en ciertos aspectos.
Uno de ellos, como decimos, es que no necesita más energía de la cuenta para leer los datos. Como decimos, es algo que vamos a notar en un portátil, y si bien en uno actual no tiene tanta importancia, si actualizamos nuestro viejo portátil con un HDD y le ponemos un SSD, el impacto energético será menor.